lunes, 19 de noviembre de 2012

VIDA CAMPESTRE


LA VIDA EN EL CAMPO Y EL AROMA DE LAS DIFERENTES COCECHAS



La riqueza de nuestro suelo


Según la historia oficial, allá por 1881, cuando se fundo la ciudad, en el distrito no había un solo metro de tierra cultivada, ni instrumentos para labrar el suelo. Recién en 1884, nuestro distrito tenía sus primeras cosechas. Se cosecho trigo, cebada, maíz alfalfa y legumbre.
  La tierra se presentaba perfectamente para la agricultura y luego de los primeros ensayos, se cosecharon trescientas fanegas de trigo en las chacras del distrito. Pero no tardaron  en surgir grandes establecimientos rurales, verdaderas industrias agropecuarias.
 Además  de la estancia La otomana, que impuso unos modelos aun recordados en la región, con los años surgieron establecimientos rurales que ocupaban grandes superficies y empleaban a cientos de empleados, con enormes haciendas y edificaciones innovadores para aquellos años.
 A dos leguas y media de estación Energía, se encontraba la estancia “la 10 de Mayo”,  campo de Máximo Arce, que luego perteneció a Santiago Magni. Tenía una superficie de cuatro mil hectáreas dedicada a la explotación agrícola ganadera.
 Como todo establecimiento rural de prolija organización, “La 10 de Mayo” contaba con importantes edificaciones y un buen numero de empleados. Se destacaba en el conjunto la casa principal, un amplio edificio ubicado en el medio de un hermoso jardín y frondoso monte.
 La explotación agropecuaria era realizada por un personal competente, tanto para el cuidado y selección de las haciendas como en lo relacionado a la agricultura.
 El establecimiento contaba con un importante stock de haciendas generales, mientras que buena parte de la superficie era sembrado año tras año y se dedicaba a la producción de toda clase de cereales.
 

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